viernes, 28 de octubre de 2011

ARBOLADO PÚBLICO

EL ÁRBOL URBANO COMO INDIVIDUO EN RELACIÓN CON OTROS

Un árbol urbano es toda especie vegetal de porte arbóreo que crece dentro del ecosistema ciudad. Podría definirse la cobertura arbórea urbana como un sistema en el que las estructuras artificiales (edificios y construcciones en general) se mezclan con los árboles de manera que la interacción árbol-edificio es predominante y ejerce el control sobre todo un sistema que tiene, a su vez, grandes modificaciones del suelo tanto a nivel superficial como subterráneo (Richards, 1992)

Si se comparan las condiciones para el desarrollo de una misma especie en hábitats rurales y urbanos, puede afirmarse que el árbol urbano está sometido a enormes desventajas respecto del rural: suelos compactados o impermeables y saturados de calcio y sodio, falta de nutrientes, carencia de riego en las primeras etapas del desarrollo y atmósfera contaminada. Esto determina un crecimiento limitado con menor tamaño final- mayor susceptibilidad a enfermedades y menor longevidad.




Aún así, muchas especies de porte arbóreo muestran una asombrosa adaptación a las condiciones de este hábitat que les es impuesto y crecen lo suficiente como para brindar todos los beneficios que se esperan de ellas (Barreiro 2007 a)

En el ámbito urbano, el stock de árboles está controlado por dos factores generales: la cantidad y la calidad del espacio disponible para el crecimiento y la presión ejercida sobre este espacio por otros usos diferentes y por el valor de la tierra (Richards 1992)

Sobre la base de las características culturales actuales, puede definirse a los ejemplares como árboles de alineación, cuando están plantados en líneas a lo largo de las veredas de calles, avenidas y boulevares; árboles de espacios verdes, cuando pertenecen a la superficie de una plaza, plazoleta, parque o reserva natural urbana y árboles de espacios privados, cuando crecen en jardines residenciales de casas mono o multifamiliares, edificios corporativos e instalaciones industriales. Los árboles de alineación crecen sobre suelo altamente modificado, con interacción entre árbol y árbol cuando son de gran tamaño y donde la influencia del pavimento y las edificaciones suele ser limitante al crecimiento. Los árboles de espacios verdes, por su parte, crecen en una mayor interacción entre sí y con poca influencia de edificaciones, aunque los suelos, según el sitio, pueden estar modificados (Richards 1992)



Para la mayoría de las ciudades, las dos primeras categorías conforman el arbolado público, considerado patrimonio natural de sus habitantes. Deben agregarse a este patrimonio todos aquellos árboles plantados en jardines de edificios cerrados pero de acceso público, como museos, instalaciones gubernamentales y militares, centros deportivos, hospitales y escuelas. Configuran una categoría intermedia entre las descriptas, porque en general tienen, para su mantenimiento, presupuestos diferenciados del total asignado al arbolado público (Barreiro 2007 a)

 EL SERVICIO AMBIENTAL DEL ARBOLADO PÚBLICO
         
El valor de un bosque como fijador y almacenador de carbono es sobradamente conocido, aunque su conceptualización como servicio ambiental sólo ha aparecido cuando la conciencia del papel de las emisiones de CO2 en el cambio climático empujó a la firma de acuerdos internacionales y a la ejecución de políticas tendientes a reducirlas (Ruiz Pérez et al. 2007)




 Un servicio ambiental es prestado a un ecosistema a través de 26 diferentes vías. En el caso del arbolado, este servicio se traduce en la producción de oxígeno y la absorción de dióxido de carbono –procesos fisiológicos esperables de un vegetal- a los que se suma la capacidad de fijación y almacenamiento tisular del carbono atmosférico por una longitud de tiempo que depende del tamaño y la longevidad de la especie y del manejo que reciba. En su relación con la ciudad, el arbolado presta además, otros dos servicios ambientales básicos: un mejor manejo del agua y la posibilidad de crear y sostener biodiversidad. En la Tabla I a. se han resumido los valores centrales para el ambiente que, a nuestro entender, tienen los árboles según el sitio de crecimiento.

Tabla I a. Valor de los árboles para el ambiente urbano según el entorno de crecimiento



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